Oscar envía por e:mail diariamente a un grupo de amigos dibujos realizados con notable creatividad y destreza. Habitualmente agrega a esa imagen, un muy breve comentario y música que se escucha “clickeando” sobre el enlace destacado en el nombre del tema.
Every day, Oscar e-mails some of his friends and sends over drawings done with remarkable creativity and dexterity. Usually, he adds to those images a brief comment and music that you may listen to by clicking on the tune’s name.
A más de uno nos gustaría tener la fuerza del señor del sombrero, para poder levantarnos una señorita como la del subibaja.
Tus dibujos no sólo me alegran la existencia, sino que me desembrutecen, alejado como estoy de muchas cosas bellas de la vida.
Para mí tiene mucho sentido que los sigas mandando, cada vez que abro uno siento la sensación que me me daba de chico, cuando mi vieja entraba con algo que me gustara mucho -alguna revista o algún juguete- caros para nuestro presupuesto...
cada dibujito aquí colgado me provoca el efecto endorfínico del chocolate que me traía mi viejo después del trabajo. Lo mejor es que estos regalitos no engordan sino el alma. Tan tán.
5 comentarios:
eso se llama balancear una relación a su favor
un abrazo, Oscar!
MIS CANAS EN LA PLAZA
saqué
a
pasear
algunas
de
mis mejores
canas
a
la plaza
los chicos
que
jugaban
se
asustaron
al
ver
semejantes
invasores
de
gris
y
blanco
yo
me quedé
sentado
en
el tobogán
leyendo
un
rollo
de
papel
higiénico
de
Bob Dylan
A más de uno nos gustaría tener la fuerza del señor del sombrero, para poder levantarnos una señorita como la del subibaja.
Tus dibujos no sólo me alegran la existencia, sino que me desembrutecen, alejado como estoy de muchas cosas bellas de la vida.
Para mí tiene mucho sentido que los sigas mandando, cada vez que abro uno siento la sensación que me me daba de chico, cuando mi vieja entraba con algo que me gustara mucho -alguna revista o algún juguete- caros para nuestro presupuesto...
El Turco Quique.
Me refleja lo que dice Quique.
cada dibujito aquí colgado me provoca el efecto endorfínico del chocolate que me traía mi viejo después del trabajo. Lo mejor es que estos regalitos no engordan sino el alma.
Tan tán.
Suscribo, esto es buenísimo.
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